martes, 15 de julio de 2008






Y desaparecio ese inquietante ruido de la ciudad,

las voces de los personajes ya no escuchan,

las palabras falsas ya no existen,

por fin se esfumaron.

ahora solo queda este silencio,

este melancolico silencio que tanto esperaba,

ahora puedo cerrar los ojos

soñar,

leer,

fumar,

fotografiar...

por fin puedo respirar paz.

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